Por: Abraham K. Weller, Director , fundador y Presidente de GrupoWellerTev Agentes de Carga Internacional / Twitter @AbrahamWellerJr.
La globalización ha creado una fuerte interconexión entre la gran mayoría de los países a nivel mundial. En la actualidad es difícil imaginar una vida sin las comodidades de los bienes, productos y mercancías provenientes del comercio internacional.
Dicho de otra forma, para mover la economía, la industria, el campo y el comercio dependemos de ciertas materias e insumos con origen en los mercados extranjeros. Resulta algo común caminar por un supermercado y encontrar las estanterías llenas con productos de diversas partes del mundo, o bien, comprar un televisor, un teléfono o hasta un automóvil compuesto por piezas de México, Estados Unidos y Canadá, es decir un producto final no hecho únicamente en un solo país sino hecho en la región de Norteamérica.
Tras bambalinas de todo ese sistema a la vista tan usual, existe un complejo entramado logístico denominado cadena global de suministro. En esencia, la cadena global de suministro hace referencia a todos los eslabones requeridos para trasladar una mercancía de un país a otro; medios de transporte, coordinación logística, almacenajes y prestadores de servicios involucrados en ese proceso.
Crisis en la cadena global de suministro
A finales del año 2021, este complejo entramado logístico empezó a recibir fuertes impactos derivados de la dinámica en la economía mundial. Vale la pena resaltar algunas causas de la crisis:
- Desequilibrio entre oferta y demanda
- Reapertura rápida post pandemia de los puertos marítimos en Asia
- Apertura parcial o en mediana capacidad de los puertos marítimos en Norteamérica y Europa
- Aumento del comercio electrónico y demanda de productos en EE. UU.
Aunado a todo ello, el epicentro de la crisis global en la cadena de suministro se encuentra de forma principal en la ruta marítima mas transitada del mundo: la ruta entre los puertos de Asia (Shanghái, Shenzhen – Hong Kong) y la costa Oeste de los Estados Unidos con el puerto de Los Ángeles / Long Beach como la principal puerta de entrada para la importación de mercancías en todo el continente americano.
Las consecuencias de dicha crisis son de proporciones mayúsculas, y han generado un aumento notable en los costos de los fletes marítimos, cotizando a inicios del año 2021 alrededor de los $3000 dólares por un contenedor hasta superar la barrera de los $12,000 dólares por contenedor, e incluso llegando a registrar precios más elevados. Además, la escasez de *TEUS (contenedor estándar de 20 pies) hace muy complicado encontrar equipos para embarcar mercancías, creando demoras, sobrecostos y cuellos de botella en los principales puertos marítimos.
Oportunidades para Texas y México
La coyuntura crítica en la cadena global de suministro plantea grandes retos, pero a la vez abre nuevas oportunidades para regiones y países enfocados a encontrar las ventajas dentro de la situación actual. México es el principal socio comercial de los Estados Unidos y casi el 80% de las exportaciones mexicanas tiene como destino final ese mercado. Por su parte, dentro de la economía estadounidense, el estado de Texas es un gigante con vastas reservas energéticas, un comercio dinámico y abierto a la inversión extranjera, además con una población de alrededor de 30 millones de habitantes.
Relocalización de inversiones a la Macro Región Texas – México
Texas representa el principal socio comercial de México dentro del mercado estadounidense y ambas economías se encuentran muy entrelazadas desde el aspecto comercial hasta la fuerza laboral necesaria para convertirse en una macro región de alta competitividad mundial. Los estados al Norte de México como Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas y Coahuila colindan con Texas, y también son líderes en las manufacturas de exportación con destino al mercado texano.
Una primera oportunidad se presenta en la forma de la relocalización o “reshoring” para atraer nuevas industrias e inversiones a esta macro región. Empresas multinacionales en el continente asiático ahora mismo están buscando mitigar los graves efectos de las crisis en la cadena de suministro y acercarse a su mercado final en los Estados Unidos. En ese sentido, la relocalización de esas empresas en Asia a la macro región Texas-México es una opción muy viable.
Diversificación de puertos marítimos
Asimismo, la llamada crisis mundial de contenedores tiene su congestión masiva y de forma principal en la costa Oeste de los Estados Unidos, en concreto el puerto de Los Ángeles / Long Beach ha sido el más afectado debido al embotellamiento de barcos que pueden tardar varias semanas para descargar sus mercancías. Otra estrategia posible es diversificar las cargas rumbo a puertos menos congestionados, y allí tanto Texas como México resultan ser bastante competitivos.
Texas tiene puertos marítimos de gran calado como Houston, Corpus Christie o el mismo puerto de Brownsville. Por su parte, la costa Este de México cuenta con los puertos de Altamira y Veracruz listos para complementar y enlazar a los mercados.
Norteamérica está llamada a convertirse en la región más competitiva del mundo y para esos fines el rol en la cadena de suministro de México y Texas será determinante.
—
Abraham K. Weller, Director , fundador y Presidente de GrupoWellerTev Agentes de Carga Internacional / Twitter @AbrahamWellerJr.
¡Grandes Oportunidades para la región!