Perfil de Nuestro Consejo Académico: Raymond Robertson

Conozca a nuestro Consejero Académico y Senior Fellow, Raymond Robertson, Director del Mosbacher Institute en la Bush School of Government and Public Service de la Universidad Texas A&M, y conozca más sobre su trabajo e investigación.  

Usted es Director del Mosbacher Institute for Trade, Economics, and Public Policy en Texas A&M. ¿Podría comentarnos acerca del Instituto y su rol en él?

El Mosbacher Institute for Trade, Economics, and Public Policy se fundó en octubre de 2009 a solicitud del Presidente George H.W. Bush en honor a Robert A. Mosbacher Sr., quien fuera Secretario de Comercio de 1989 to 1992. El Mosbacher Institute cuenta con el Global Value Chains Program que combina enfoques de política pública, economía, logística y administración de cadenas de suministro para los asuntos actuales de las cadenas de suministro globales. También cuenta con el nuevo Borders and Migration Lab que junta a académicos de diversas disciplinas para realizar investigación en temas relacionados con fronteras y migración. El Instituto también publica resumenes de políticas (The Takeaway), realiza investigación y apoya a estudiantes a través de educación de posgrado, eventos y pasantías. Mi rol como Director es ayudar a plantear la agenda y realizar conexiones con socios y actores relevantes.

 ¿Por qué se interesó en estudiar economía?

Siempre me ha interesado la noble labor del servicio público, pero no estaba seguro de qué camino elegir. Consideré estudiar leyes, ciencias políticas y otros caminos, pero no sabía cuál tendría el mayor impacto en políticas públicas. Después de graduarme de Trinity University en San Antonio en Ciencias Políticas y Economía, obtuve una beca Fulbright para estudiar el TLCAN en México durante un año – ¡a pesar de que aún no se firmaba el TLCAN! Mientras estaba en la Ciudad de México, me di cuenta de que el Presidente de México y muchos miembros del gabinete eran economistas. Pensé entonces que, con el aumento de la globalización, los economistas podrían influir mucho en política pública, así que decidí obtener un Doctorado en Economía.

Mucho de su trabajo está enfocado en cadenas de valor globales. ¿Piensa que el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) trae oportunidades para Estados Unidos y México para mejorar las cadenas de suministro de ambos países?

Tener un acuerdo comercial entre Estados Unidos y México (y Canadá) es crítico para mejorar las cadenas de suministro integradas entre Estados Unidos y México. La reducción de aranceles y la armonización de reglas ayuda a promover la inversión y el crecimiento económico. Existen otros factores que deberían ayudar a fortalecer la relación Texas-México, incluyendo la alteración en las cadenas de suministro internacionales, la creciente consternación acerca de la sustentabilidad de las cadenas de valor, y las continuas fricciones comerciales con China. Ahora que el T-MEC entró en vigor, debería de ayudar a traer la producción de China y el este asiático de vuelta a las Américas.

Actualmente se encuentra realizando investigación que explora la relocalización (reshoring) a México desde China. ¿Podría compartirnos qué espera que los resultados de la investigación arrojen acerca de la economía Texas-México?

La estrecha relación entre Texas y México crea la oportunidad para Texas y México de brindar liderazgo económico para otros países latinoamericanos – especialmente en América Central. El éxito de la integración económica de Texas-México brinda un modelo de integración aún más al sur. Expandir el modelo de integración Texas-México hacia América Central podría ayudar a abordar la migración centroamericana que continúa presionando a la región fronteriza Texas-México. La clave es encontrar cuáles industrias podrían ser las mejores candidatas para que Texas y México apoyaran en Centroamérica, que es lo que nuestra investigación está tratando de encontrar.

¿Desde la perspectiva de política pública, como cree que el trabajo del Centro Texas-México puede contribuir a la relación Texas-México?

El efecto triple de las fricciones comerciales entre Estados Unidos y China, las alteraciones a las cadenas de suministro por Covid-19 y las crecientes preocupaciones acerca de la sustentabilidad de las cadenas de suministro globales crean una oportunidad única para subrayar el éxito que Texas y México han tenido en términos de integración económica. Nadie más ha resaltado la relación única entre ambas regiones que el Centro Texas-México. Este es un excelente momento para aprovechar el excelente trabajo del Centro y brindar una nueva vía para Norte y Centroamérica.